Som – Fundació celebra que las primeras comunicaciones judiciales adaptadas a lectura fácil ya son una realidad para las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. Recientemente, dos personas a quienes apoyamos en Terrassa han recibido interlocutorias adaptadas a sus capacidades de comprensión con la colaboración de la Associació Lectura Fàcil, que se ha encargado de la adaptación de los documentos judiciales. Este hito representa un avance significativo en el ejercicio de los derechos de este colectivo y en la promoción de la accesibilidad cognitiva.
Josep Tresserras, gerente de Som – Fundació y representante de Apoyo a la Capacidad Jurídica de Dincat, destaca que «recibir documentos judiciales adaptados en lectura fácil es un hito histórico en la lucha por garantizar los derechos de las personas con discapacidad intelectual. Este tipo de adaptación es esencial para que las personas puedan comprender decisiones tan relevantes como las que afectan a las medidas de apoyo, un aspecto fundamental para su autonomía e inclusión».
Accesibilidad cognitiva
Este avance coincide con la celebración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad el pasado 3 de diciembre, que este año, precisamente, ha puesto el foco en la necesidad de desarrollar la accesibilidad cognitiva. Dincat, entidad que agrupa organizaciones en defensa de las personas con discapacidad intelectual, recuerda que garantizar esta dimensión de la accesibilidad es clave para facilitar la inclusión social y la participación plena en la comunidad.
Qué es la lectura fàcil?
La lectura fácil es una técnica de adaptación de textos que sigue criterios de simplificación lingüística y de diseño para hacer más comprensibles los documentos a personas con dificultades de comprensión lectora, como las personas con discapacidad intelectual, personas mayores o personas recién llegadas. Este tipo de adaptación no solo facilita la comprensión, sino que también fomenta la autonomía personal y el ejercicio de los derechos de la ciudadanía.
Som – Fundació considera que la recepción de las primeras interlocutorias adaptadas supone un paso fundamental en la aplicación efectiva de la reforma del Código Civil catalán, que pone el acento en el apoyo a la capacidad jurídica de las personas con discapacidad.