Llega agosto, y con él, un período de merecido descanso y de desconexión para la mayoría de la población, también para las personas con discapacidad intelectual a las que apoyamos. Actualmente existen diversas opciones de turismo accesible y de vacaciones para personas con discapacidad. Sea cual sea la opción escogida, y tanto si están desempleadas como si están trabajando, lo que tenemos claro es que se trata de un momento muy importante que conviene respetar y promover: es tiempo de romper con la rutina habitual, de meterse en el agua, de helados, noches al aire libre, de diversión y de hacer cosas extraordinarias.
Turismo accesible
Existen diversas opciones de turismo accesible diseñadas por empresas o entidades que organizan vacaciones para personas con discapacidad intelectual. Este año, un buen número de personas a las que apoyamos han pasado unos días de asueto con la Federación ACELL, que cada año organiza estancias turísticas en Cataluña, España y Europa, específicas para personas con discapacidad intelectual.
Los grupos se estructuran en función de las necesidades de apoyo de cada persona y de su edad. Así, todo el mundo puede disfrutar de las vacaciones con personas con las que comparten intereses similares y, de este modo, promover que conozcan a gente nueva y la posibilidad de que creen lazos de amistad.
Pero no todas las personas con discapacidad intelectual pasan así sus vacaciones, en un viaje organizado. Otras muchas aprovechan para ir a visitar unos días a la familia, viajar en pareja o quedarse en casa, pero haciendo cosas diferentes. Las que tienen un mayor grado de autonomía y trabajan en empresa ordinaria (que en nuestra entidad representa solo un 4%, aproximadamente), en ocasiones, se van solas de viaje.
Las vacaciones de Sara
Es el caso de Sara, una mujer a la que apoyamos, que este año ha hecho una ruta en solitario por Grecia. Sara es una mujer con un alto grado de autonomía que tiene un fuerte interés por las culturas antiguas, la historia y la arqueología. Por eso se organizó un circuito por el país heleno, que empezó en la isla de Santorini y continuó por Atenas, Olimpia y acabó en Delfos. Basta con echar un vistazo a las fotos para entender que se lo pasó en grande.
Sea cual sea la opción escogida, lo más importante es tener en cuenta el impacto positivo de este período del año y disfrutarlo en la medida de nuestras posibilidades, deseos y preferencias.
¡Que paséis unas buenas vacaciones!