Josep ha sido durante muchos años el gerente de Som — Fundació. Este año se jubila, después de 34 años de servicio. Para despedirlo, hemos querido grabar una conversación muy especial con Ramon, la primera persona usuaria que entró en la fundación en 1992. Juntos recuerdan momentos estelares de la historia de la entidad y repasan cómo ha cambiado la forma de ofrecer apoyo a lo largo del tiempo.
Ramon: Josep, ahora que te vas, ¿quién organizará las comidas de Navidad?
Josep: Pues la fundación, Ramon. Hace mucho tiempo que las organizamos aquí porque somos muchas personas. ¿Te acuerdas de la primera? ¡Éramos cuatro o cinco! Fuimos a la calle Porta Ferrissa, con el señor Pascual. Éramos tres, ¡y ahora ya somos casi 600!
Josep: ¿Y de las primeras meriendas, te acuerdas? No me lo has preguntado, pero vale la pena. ¿Sabes dónde se hacían?
Ramon: En el despacho.
Josep: Exacto, en la calle Aragó, en el despacho del primer piso. Debía de ser el año 94. Éramos seis o siete y hacíamos pan con tomate. ¡Íbamos a comprarlo expresamente! Poco a poco, crecimos tanto que ya no cabíamos.
Ramon: Sí, y luego fuimos cambiando de sitio.
Josep: De la calle Aragó a la Gran Vía, después al hotel Viladomat y finalmente al espacio de la Fundació Pere Tarrés.
Ramon: Llevas 34 años trabajando aquí. ¿Cuántos viajes has hecho por nosotros?
Josep: ¡Uf, muchos, Ramon! Sobre todo a Madrid, porque formamos parte de una organización estatal. Y desde hace unos diez años, también a Europa, porque entramos en dos entidades europeas. Como fuimos una de las primeras entidades en ofrecer apoyo —antes lo llamábamos tutela—, nos invitaban a explicar cómo lo hacíamos.
Ramon: Antes de trabajar aquí, ¿qué hacías?
Josep: He tenido una vida variada. Estuve muchos años en un convento. Cuando salí, trabajé como contable en una empresa, pero en julio del 91 me ofrecieron entrar en la fundación. Y la primera persona a la que dimos apoyo fuiste tú, al año siguiente.
Ramon: Y fuimos creciendo bastante…
Josep: ¡Y tanto! ¿Lo has notado, verdad?
Ramon: Hombre, ¡nos conocemos desde hace muchos años!
Josep: 33 años. No teníamos el pelo blanco, entonces. Yo tenía unos treinta, como tú.
Ramon: Ahora la fundación da apoyo a casi 900 personas. Yo fui el primero. ¿Cómo ha cambiado el sistema de tutela desde entonces?
Josep: Ha cambiado mucho. Antes el juez decidía por la persona. Ahora preguntamos antes de hacer nada. ¿Te acuerdas cuando fuiste a vivir a la residencia Valldaura, en el 92? Nadie te preguntó nada. El Ayuntamiento ya lo había decidido. Eso es lo que hemos querido cambiar: que se os pregunte qué queréis hacer, dónde queréis ir…
Ramon: Ahora sí que me preguntan cuándo quiero ir de vacaciones. Y yo pensaba: “Mientras me ayuden, todo irá bien.”
Josep: Pero seguro que te gusta más ahora, que puedes decir lo que piensas.
Ramon: ¿Ha sido fácil tu trabajo?
Josep: Ha tenido momentos buenos y malos. Al principio era complicado porque no sabíamos cómo hacerlo. También hubo épocas difíciles, cuando la Generalitat no nos pagaba y no sabíamos si podríamos pagar las nóminas. Ahora, por suerte, todo está más tranquilo. Pero te digo que esos momentos los recuerdo como los más duros: decirle a una persona que trabaja bien que quizá no cobrará, sabiendo que tiene que ir al mercado como todo el mundo, es muy duro.
Ramon: ¿Y ahora qué harás, cuando te jubiles?
Josep: No lo sé del todo, pero me gusta mucho viajar. Supongo que lo haré un poco más. También me gusta leer, pasear… Ahora siempre voy con el reloj en la mano. Cuando me jubile, quiero ir más a mi aire.
Ramon: ¿Nos echarás de menos?
Josep: Mucho, Ramon. 34 años no se borran de un día para otro. ¿Y vosotros, no me echaréis de menos?
Ramon: Sí. Te iremos a mimar allí donde estés.