Categorías: Apoyo en la toma de decisiones, MujeresPublished On: 25 de julio de 2024
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Montserrat Soldevila es una mujer de 48 años a quien acompañamos que acaba de graduarse en Artes Escénicas en la Escuela de Artes Escénicas de Manresa. Su historia es un ejemplo de perseverancia, dedicación y esfuerzo que ha tenido como resultado la consecución de uno de sus grandes sueños: ser actriz profesional.

La curiosidad por las artes escénicas despertó en ella cuando era niña. Acompañaba a menudo a su familia a la Sala Ciutat. De hecho, aunque ninguno de sus familiares se ha dedicado profesionalmente a ello, explica que su padre, joyero de profesión, era aficionado a la interpretación y su abuelo un albañil con alma de artista que también tenía inclinaciones creativas. Este ambiente hizo crecer en Montse una semilla que con el tiempo se convertiría en su profesión.

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Primeros pasos

La vida ofreció a Montse una oportunidad inesperada: estudiar el grado superior de Arte Dramático. «Me seleccionaron en un programa en el Teatro Kursaal de Manresa. Al principio me sentí un poco abrumada por el proceso, pero logré integrarme», dice. Más adelante, se preparó para las pruebas de acceso del grado superior recitando un poema de Federico García Lorca, con el apoyo de su profesora, Teti Canal. Con perseverancia y talento, Montse superó las audiciones con éxito.

El camino de Montse no ha estado exento de dificultades. Uno de los momentos más duros fue durante el primer año de estudios, cuando su pareja sufrió un grave accidente y estuvo ingresada durante meses en Barcelona. A pesar de esta adversidad, Montse decidió continuar con sus estudios, apoyada por sus compañeros y profesores. Este período la fortaleció y le enseñó la importancia del compromiso y la resiliencia en el mundo del teatro. Así, este mes de mayo, se graduó en Artes Escénicas. Su equipo social, formado por Raquel y Neus, no quiso perderse la ceremonia de graduación.

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  • grupo en un escenario

Un futuro repleto de teatro

Mirando hacia el futuro, Montse tiene claro su camino: quiere dirigir su trayectoria artística hacia el clown, una fórmula que le permite combinar su pasión por la improvisación y el juego con el público. Aunque también se siente atraída por el teatro, en el clown encuentra una forma más dinámica y estimulante, tanto física como mentalmente.

La historia de Montse Soldevila es una inspiración para todos aquellos que sueñan con dedicarse al teatro. Estar en el escenario es, para ella, una experiencia indescriptible que mezcla adrenalina y satisfacción. Su viaje no ha sido fácil, pero su pasión y dedicación continúan impulsándola hacia nuevas metas y proyectos creativos. Su consejo para los aspirantes es claro: tener determinación y dominar el miedo.

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