Jerónimo N. i Miquel R. se conocieron el 14 de agosto de 2020, a pesar de que ya llevan tiempo en la fundación, y comenzaron a compartir un piso una semana más tarde. Tuvieron pocos días para conocerse, pero se han avenido muy bien.
Esta época de pandemia no ha sido un obstáculo para iniciar un proyecto tan importante como es el de la vida independiente. El equipo de la fundación realizó los cambios correspondientes en el piso donde iban a vivir para adaptarlo a sus necesidades, efectuó algunos arreglos para facilitarles la vida cotidiana y coordinó los apoyos necesarios para favorecer un aspecto tan importante como la convivencia. Todavía faltan algunos detalles que no tardarán en llegar.
Miquel vivía en la calle Princesa con su familia. Comenta que estaba bien, pero había llegado el momento de independizarse. Él sigue manteniendo una estrecha relación con su hermana, a quien visita cada quince días y sigue ayudando al resto de su familia. Pero, cuando llega el domingo … ese día se lo reserva exclusivamente para él.
Durante la entrevista, Miquel nos explicó que es un fan de la Barceloneta porque vivió allí durante algunos años. Le encantan los actos que celebran habitualmente y los domingos aprovecha para darse una vuelta por el barrio. Además, él hacía natación en el Club Natació Atlètic Barceloneta y ahora está esperando reanudar pronto esta actividad en el barrio de su vida.
Jerónimo es un veterano en compartir piso con otros compañeros. Nos explicó que la mayoría de las experiencias han sido positivas y la zona que más le ha gustado ha sido Sants, donde vivía hasta ahora. Nos indica que le encantaban los restaurantes, las tiendas y, por supuesto, las fiestas del barrio.
En cuanto a actividades, Jerónimo formaba parte de un grupo de teatro, pero todavía debe superar el miedo escénico para actuar en una obra delante del público. También asistía a clases de informática en la escuela de adultos, formación que espera retomar después de la pandemia, y nos indica que también le gustaría hacer clases de mecánica.
Tanto Jerónimo como Miquel se sentían muy identificados con los barrios de sus antiguas residencias. Indican que la vida no les ha cambiado demasiado en el nuevo piso porque, afortunadamente, pueden seguir haciendo sus actividades cerca de donde residen.
Ambos destacan que la convivencia ha sido muy fácil. No han tenido ningún incidente. Tienen caracteres muy compatibles. Se organizan de forma rápida para las tareas diarias y también para ver la televisión. Jerónimo señala que, al principio, pensaba que iban a tener algún problema con la tele pero se han coordinado muy bien. Ven programas de forma separada y, de vez en cuando, eligen una emisión que les gusta a ambos para verlo juntos.
Cuentan con una persona de apoyo al domicilio que va tres días a la semana para ayudarles en la limpieza, higiene personal, compras y comida. El resto de la semana ya se organizan para el resto de tareas y mantener bien la casa.
En cuanto a los fines de semana, Miquel pasea por la Barceloneta o participa en una actividad de ocio de la Federació Acell. Jerónimo comparte algunas salidas con Francesc B. i Xavier O., su voluntario. De momento, realizan actividades por separado.
Durante toda la entrevista, ambos nos comentaron que han tenido mucha suerte de encontrarse. Todavía tienen que mejorar algunas cosas en el piso, pero a nivel de convivencia se entienden muy bien y “se sienten a gusto compartiendo esta experiencia juntos”. Miquel añade que “hay que estar dispuesto a llegar a acuerdos para convivir, porque si buscas problemas seguro que los encuentras”. ¡Un buen planteamiento para conseguir una buena convivencia!